Podia ser mejor, pero me toco ser diferente...

"Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco a zarpado, que solo un iluso seguiría insistiendo. Lo cierto es que yo siempre fuí un iluso".
Big Fish.

martes, 19 de enero de 2010

Homo qué?


La primera vez que besé a una chica sentí cariño, pero no sentía nada ahí abajo. Era como si el amor me invadiera de una forma distinta al resto. Pero era pequeño y pensaba que se me pasaría con la edad.
Todos mis amigos empezaron a comprarse revistas 'guarras', lograban levantar el pajarito con ver a una chica desnuda, semidesnuda y muchas veces incluso con ropa.
Y ¿Yo? ¿Porqué no? ¿Tendría problemas de erección en casos específicos?
Todo cambió el día que mi amigo Pablo llego a clase, era septiembre de 2002 y nada más sentarse a mi lado nos hicimos mejores amigos. No era un tío normal, ni se pasaba el día jugando al fútbol, ni solo pensaba en las revistas guarras como el resto de mis colegas.
El tiempo pasó y me di cuenta de que Pablo se había convertido en mucho más que mi mejor amigo y comencé a escribir sobre él en mi diario.
Una tarde jugando en casa al ajedrez encontró mi diario y entre risas me dijo si lo podía leer. Obviamente era mi mejor amigo y sabía que nada de lo que pusiera ahí podría romper mi amistad con él. Ya habían pasado muchos años desde aquel septiembre de 2002, las bases estaban asentadas.
Pablo se puso pálido y pensé que se encontraba mal. Le pregunté pero no me contestó. Rato después de seguir leyendo me preguntó si realmente sentía todo eso por él y porqué.
Le dije que le quería, que era mi mejor amigo y la importancia que tenía para mi.
No recuerdo nada más o quizá no quiero recordarlo, me llamó maricón y una sarta de formas ofensivas de llamar a los homosexuales.
Nunca más le volví a ver. Y poco después me dí cuenta de Pablo aquel día me hizo comprender que no tenía problemas de erección, ni era un insensible.
Él fue mi primer amor. Y desamor, es cierto, pero me ayudó a salir de este pequeño armario. Al menos para mi mismo. Luego llegó el resto de confesiones y nuevos problemas. Pero por supuesto, también soluciones.
Hoy me he vuelto a encontrar con Pablo después de muchos años, ahora tiene un grupo de rock y me ha pedido perdón por todo lo que me dijo aquel día. Incluso ha compuesto una canción en contra de la homofobia, y me ha confesado que la compuso pensando en mi. "Cosas de niños" se titula, y termina diciendo: " La homosexualidad no es una enfermedad, la homofobia si"

2 comentarios: