Podia ser mejor, pero me toco ser diferente...

"Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco a zarpado, que solo un iluso seguiría insistiendo. Lo cierto es que yo siempre fuí un iluso".
Big Fish.

sábado, 27 de febrero de 2010

Más problemas.

.Supira.
.Grita.
.Llora.
Ella se mira al espejo, detrás le ve a él. Con sus sonrisa de siempre, intentando vengarse de cada segundo pasado. Él murmura pero no habla.
Ella se apoya sobre si misma, en su imagen reflejada. Hace vaho con la boca y tapa la imagen trasera. Él ya no está.
Ella gira al cabeza, y vuelve a aparecer. No puede entenderlo pero corre a abrazarlo. Él se desvanece.
Ella puede inundar la habitación con lágrimas. Tras unos minutos no puede respirar por el ambiente húmedo de la habitación. Él se ha ahogado.
Ella intenta recuperar su respiración y hacerle el boca-a-boca. Se fusionan. Se vuelven uno. Él vuelve a estar dentro de Ella.
Ella es Él.
¿O nunca dejó de serlo?
Llora.
Grita.
Suspira.
Y se marcha al psiquiatra.

Museas.



Vuelven a darme las tres de madrugada
tengo un bic en la mano derecha
un trozo de papel medio pintado
que me mira con ojos golosos.

Buenos días para la amistad
Buenas noches en el amor
Sexo, pasión y desenfreno
conversaciones y ternura.

Aún así estoy pensando
pero no estoy escribiendo
maldita día en el que decidí
disponerme a escribir.

Corre el viento más que nunca
llueve y sale el sol a la vez
no encuentro lugar en el día
que no esté al revés.

Buenos días para la amistad
Buenas noches en el amor
Sexo, pasión y desenfreno
conversaciones y ternura.

Donde se encuentra la inspiración
En que lugar se han escondido
Con quién se prostituyen
las musas de cada noche.

Lost in translation


- Estoy perdida. ¿Eso tiene arreglo?

- No. Sí. Ya se arreglará.

- ¿De veras? Fíjate en ti.

- Gracias. Cuánto más sabes quien eres y lo que quieres, menos te afectan las cosas.

- Ya. Esque aún no sé lo que quiero ser… ¿Sabes? Quise ser escritora pero odio lo que escribo y… intenté hacer fotos pero eran muy mediocres. Todas las chicas pasan por una fase de fotógrafas… y por querer un boli, ¿sabes? Y haces fotos tontas de tus pies…

- Ya lo averiguarás. No te preocupes por eso, sigue escribiendo.

- Pero esque soy mala.

- Eso es lo bueno.

A cualquier otra parte.


La vida me hizo luchar desde el primer minuto en el que nací, sola. En una incubadora lejos de toda mi familia y de todo lo que iba a ser mi existencia. Desde entonces, a pesar de la gente que ha marcado mi vida y sobre todo de toda la que aún conservo, me ha costado encontrar un espacio en el que sentirme parte de algo. Siempre al margen, cuidando a quien me importaba desde las sombras.
Todo con lo que me identifico es incorpóreo e intangible, para que nadie pueda atraparme. No hay círculos cerrados ni estabilidades continuas. Soy un vaivén de posibilidades. Esas en las que aún puedo jurar amor o abrazar hasta reventar las ganas del querer.
No sé si fue la música, el momento o la compañía pero ayer logré olvidarme de todo, dejar los prejuicios que tengo sobre mi misma y sentirme parte de un grupo.
Hablé de "te quieros", del querer, de no querer perder. Del Yo te quiero, Tú me quieres, Él/Ella me quiere. Y también de Nosotros nos queremos, Vosotros os queréis y Ellos se quieren.
Los sentimientos son aquello que te sale de dentro pero no puedes explicar con palabras, pero que si quieres no hace falta decirlo. Se siente, como la misma palabra explica, eso del amor, de la amistad y de las oportunidades. Esa oportunidad que nunca me dí a mi misma para formar parte de algo.
No soy partidaria de pisar el suelo, así que mi explicación sobre la vida esta basada en el cielo. Ese que comparto con estrellas y cometas.
Mis estrellas, esas que quiero pero que siempre he cuidado desde lejos.
Por fin, me siento parte de la constelación.
GRACIAS.

jueves, 18 de febrero de 2010

Mi herencia.



Esto es sorprendente.
Hace dos meses que cobré 600 euros, he ahorrado y me he quitado de millones de caprichos. Y aún así, me quedan 17 euros con los que sé que sobreviviré hasta final de mes.
Nunca he sido una niña caprichosa, un poco mimada de pequeña quizá, no voy a mentir a nadie. Pero mimada sin reclamar más que otra cosa que el cariño, muchas veces los padres sin tiempo o sin fuerzas compran un peluche al que abrazar antes de abrazar ellos a sus propios hijos.
Me encanta ir al cine con mi mejor amigo, las palomitas y la cocacola sin gas son dos de mis vicios del domingo por la tarde. Ya tengo unos 14 euros menos en mi cuenta.
No soy adicta a la ropa, y tampoco me gusta ir estrecha ni despampanante entre semana. Pero si encuentro ese vestido con el que el sábado voy a mirarme al espejo y por fin me voy a sentir guapa, ¿Porqué no voy a comprarlo?
El Burger, el MacDonals o el Vips están hechos para estómagos a prueba de bombas. En cambio mi frágil y delicada tripa adora ir a restaurantes no muy caros pero si variopintos y de gran degustación. Me considero con un gran paladar.
Hago colección de películas y libros. Quizá hoy no tenga dinero pero el día de mañana mi biblioteca y filmoteca será de lo más preciado que tenga. No hay dinero que pueda pagar la sensación que crean las historias que veo, escucho y leo para luego escribir las mías.
Me encanta hacer regalos con cosas de papel, chucherías, fotografías y todas las absurdeces del mundo, pero claro. Primero hay que gastar para luego elaborar. Mierda de mundo capitalista.
Por último y el fin de mis caprichos y mis regalos hasta por lo menos el 2020.... esa cámara con la que puedo captar todo lo que pasa por mi mente y no soy capaz de escribir ni hablar. Necesito imágenes, y ahora las tengo.
No tenga mucho que dejar a mis hijos si sigo con este ritmo, pero todo lo que gasto no es para tirarlo a un lado. Ni porque no lo necesite. Quizá lo único que necesitamos satisfacer son las necesidades básicas pero entre ellas está mi sonrisa y eso va mucho más allá del dinero. Esta a conjunto con todos mis caprichos.
No tengo nada que dejar a mis descendientes, pero mi mayor herencia son los recuerdos.

lunes, 15 de febrero de 2010

No, gracias.

El amor no es equitativo,
siempre hay un enamorado
y uno que se deja enamorar.
Uno que lo pasa mal
y otro fenomenal

Tengo la cualidad
de dejarme enamorar
y ahora me cambian el papel
para ir detrás.

No me sé bien mi guión
voy a devolverlo al director.
Esto no es lo mío
tengo fobia al amor.

Me vuelvo a las noches locas
a las locas y los travestis
a los heteros de una noche
y las noches sin amaneceres.




No me sale de los cojones
volver a enamorarme
y pasarlo mal.


No me sale de los mismísimos ovarios, mejor dicho.

Odio enamorarme.


La lluvia me empapa.
La lluvia me pone de mal humor.
Pero la lluvia me hace pensar,
me recuerda al amor.
No me preguntéis porque
pero me recuerda a la furia
y me recuerda al amor.
He visto muchas veces
desayuno con diamantes
y los besos bajo la lluvia.
Todo el mundo busca
todo el mundo se moja
y se empapa en Febrero
Atocha o Chamartín.
Buscan cobijo
bajo algún paraguas
o en algún portal.
Pues lo mismo pasa
con el amor
pero al revés.
Cuando estalla
todo el mundo se empapa
le encanta enamorarse
demostrar el amor.
Pero yo al contrario,
odio amar
odio sentir
que dependo de alguien.
Soy un alma libre
que cuando llueve
sale a mojarse
y cuando ama
huye a esconderse.