Con el corazón en un bolsillo del pantalón.

Desde que acabe con ello, siento que me ahogo, el aire no me entra como antes en los pulmones, las taquicardias me matan. El corazón ya no late a la misma velocidad que antes y parece necesitar un ritmo que lo acompañe al latir.
¿Sera que necesito de nuevo el amor?
Hace tiempo que renegué de el, no me parecía conveniente para una vida ocupada como la mía. Ya estaba llena de sentimientos flotando por el ambiente, de ilusiones que cumplir y de metas en las que poco a poco voy apuntandome como ganadora.
Me miro al espejo y me miro a mi misma, una mujer libre y no sumisa, independiente y trabajadora. Sin una sombra que la acompañe a todas partes, sin nadie que la coja de la mano cuando camina por la calle. Una mujer sin dependencias.
Pero ahora, me vuelvo a mirar y veo que realmente no soy yo misma, renegando de algo que todos en algún momento tenemos que sentir y por lo que yo siempre luche, antes que cualquier otra cosa.
Me he dado cuenta de que no tengo que dar de lado a mi corazón, si no separarlo de ti.